Sinopsis:
En un pueblo inglés, Albert, el hijo de un granjero, ve nacer un potrillo. Poco después, su padre lo adquiere en una subasta, y el chico le pone de nombre Joey. Pero la familia se arruina y no tiene más remedio que vender el caballo justo cuando estalla la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Ése es el punto de partida de un viaje en el que tanto Albert como Joey lucharán por sobrevivir a la contienda y volver a estar juntos.
Curiosidades:
Cuando la productora Kathleen Kennedy vió la adaptación teatral en Londres, llevó enseguida el proyecto a Steven Spielberg.
Uno de los problemas para la producción de esta cinta es que no se conserva armamento de la Primera Guerra Mundial, todas las armas y incluso los tanques, tuvieron que ser recreados o solicitados a entidades privadas. Algunos comerciantes, coleccionistas y museos de armas antiguas prestaron al equipo de producción sus fusiles y espadas originales.
Otro de los inconvenientes añadidos es que gran parte o la mayoría con un 85% de los trajes fueron confeccionados para la película. Joanna Johnston la encargada del vestuario y su equipo desempeñaron una gran labor especial con los uniformes militares para conseguir que fueran lo más fieles posibles con los reales y aparte para el vestuario rural fuera lo mas creíble posible.
Durante el conflicto de la Primera Guerra Mundial se usaron a los caballos como herramientas de guerra. Después de esta, los combates se modernizaron y se mecanizaron.
La nacionalidad de algunos de los caballos que salen en la película proceden de Inglaterra y España, excepto el caballo que interpretó a Topthorn que lo trajeron desde Hungría y uno de los caballos que interpretó a Joey que venía de Estados Unidos era un purasangre. Con un total de catorce caballos que dieron vida a Joey, en sus diferentes etapas: potrillo, potro, joven y adulto.
Los artistas de maquillaje también tuvieron una gran labor en esta ardua misión ya que fueron capaces de añadir las marcas en todos los caballos que son Joey para así lograr que fueran todos iguales. Esto no fue moco de pavo ya que tuvieron que pintar de blanco las patas en algunos momentos (ya que uno de los caballos tenia esa marca cuando era un adulto Joey) y también en otros casos debían de insertarle alguna que otra mancha blanca en forma de estrella, añadida con pelo de yak, en la frente de los caballos dependiendo de su etapa.
Cuando la productora Kathleen Kennedy vió la adaptación teatral en Londres, llevó enseguida el proyecto a Steven Spielberg.
Uno de los problemas para la producción de esta cinta es que no se conserva armamento de la Primera Guerra Mundial, todas las armas y incluso los tanques, tuvieron que ser recreados o solicitados a entidades privadas. Algunos comerciantes, coleccionistas y museos de armas antiguas prestaron al equipo de producción sus fusiles y espadas originales.
Otro de los inconvenientes añadidos es que gran parte o la mayoría con un 85% de los trajes fueron confeccionados para la película. Joanna Johnston la encargada del vestuario y su equipo desempeñaron una gran labor especial con los uniformes militares para conseguir que fueran lo más fieles posibles con los reales y aparte para el vestuario rural fuera lo mas creíble posible.
Durante el conflicto de la Primera Guerra Mundial se usaron a los caballos como herramientas de guerra. Después de esta, los combates se modernizaron y se mecanizaron.
La nacionalidad de algunos de los caballos que salen en la película proceden de Inglaterra y España, excepto el caballo que interpretó a Topthorn que lo trajeron desde Hungría y uno de los caballos que interpretó a Joey que venía de Estados Unidos era un purasangre. Con un total de catorce caballos que dieron vida a Joey, en sus diferentes etapas: potrillo, potro, joven y adulto.
Los artistas de maquillaje también tuvieron una gran labor en esta ardua misión ya que fueron capaces de añadir las marcas en todos los caballos que son Joey para así lograr que fueran todos iguales. Esto no fue moco de pavo ya que tuvieron que pintar de blanco las patas en algunos momentos (ya que uno de los caballos tenia esa marca cuando era un adulto Joey) y también en otros casos debían de insertarle alguna que otra mancha blanca en forma de estrella, añadida con pelo de yak, en la frente de los caballos dependiendo de su etapa.
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