Esta es una de las noticias más extrañas e insólitas que he visto, se trata del milagro de ‘Mike’ el pollo que vivió sin cabeza 18 meses.
Todo parecía normal un 10 de septiembre de 1945, cuando el granjero
Lloyd Olsen fue a buscar un pollo para la cena y escogió a uno de los
más cebados. Levantó el hacha con cuidado intentando dejar la mayor
parte del cuello posible (la zona que más le gustaba a su suegra) y le
cortó la cabeza. Tras ser decapitado, el pollo dio unos pasos y se fue
al corral con las demás aves. Mike agitaba sus plumas e incluso
intentaba esconder lo poco que quedaba de su cabeza bajo el ala. También
quiso piar aunque el único sonido que podía emitir era un leve gorjeo
procedente de su esófago abierto.
Mike se alimentaba de granos de maíz y leche, y en vez de desfallecer, fue ganando peso. De poco más de un kilo pasó a los 3,5 en apenas unos meses. No quedó ahí la cosa. Olsen comprendió que podría beneficiarse y decidió exhibirlo por todo el país presentándolo como un auténtico milagro. Se pagaban más de 25 centavos por verlo correr y observar su cabeza flotando en un frasco de formol. Llegó a ganar 4.500 dólares al mes.
Había nacido una estrella. Revistas como Life o Time se hicieron eco de la increíble noticia, así que el ejemplo cundió y otros granjeros comenzaron a cortar cabezas a sus pollos para ver si ocurría lo mismo. El que más vivió fue uno llamado Lucky, pero no pasó de los 11 días.
La vida de Mike se apagó en marzo de 1947 al atragantarse con unos granos de maíz. Murió de asfixia, pero su espíritu continuó vivo. Tanto es así que la cuidad de Fruita decidió en 1999 celebrar un día en su honor. Desde entonces, cada año, el tercer domingo de mayo se organizan unos juegos cuyos protagonistas son los pollos. Incluso se ha editado un libro con sus mejores fotos y una escultura con su nombre se levanta en pleno centro. Hasta tiene página en Internet Mike the headless chicken. Todo ello para celebrar «el coraje y las ganas de luchar de Mike».
Había nacido una estrella. Revistas como Life o Time se hicieron eco de la increíble noticia, así que el ejemplo cundió y otros granjeros comenzaron a cortar cabezas a sus pollos para ver si ocurría lo mismo. El que más vivió fue uno llamado Lucky, pero no pasó de los 11 días.
La vida de Mike se apagó en marzo de 1947 al atragantarse con unos granos de maíz. Murió de asfixia, pero su espíritu continuó vivo. Tanto es así que la cuidad de Fruita decidió en 1999 celebrar un día en su honor. Desde entonces, cada año, el tercer domingo de mayo se organizan unos juegos cuyos protagonistas son los pollos. Incluso se ha editado un libro con sus mejores fotos y una escultura con su nombre se levanta en pleno centro. Hasta tiene página en Internet Mike the headless chicken. Todo ello para celebrar «el coraje y las ganas de luchar de Mike».
Fuente: Wikipedia, El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario