Hay quien entierra su mascota fallecida. Otros prefieren disecarlas para
que seguir disfrutando de su inmóvil compañía. El artista holandés Bart Jansen optó por una salida más original y un tanto macabra para su gato Orville, que perdió de golpe sus siete vidas al ser atropellado por un coche: convertir su cadáver en un helicóptero volador: el Orvillecóptero, mitad animal, mitad máquina.
Fuente: Daily Mail
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