El mundo es un pañuelo. La carta del famoso viajante ruso Fiódor Kóniujov y su equipo, lanzada al mar en Chile, fue encontrada en las aguas de Australia por un pescador y buceador de 83 años.
Mientras realizaba en 2009 un viaje con la ruta Australia / Nueva Zelanda / El Cabo de Hornos / islas Malvinas / la isla Antigua / Gran Bretaña, el equipo de Kóniujov lanzó al mar una botella de champán con un mensaje dentro.
El equipo de Kóniujov abrió una botella de champán para celebrar que habían doblado Cabo de Hornos a vela, el cabo más austral del archipiélago de Tierra del Fuego, en el sur de Chile. Tras echar el mensaje al mar, los viajeros se dirigieron hacia las islas Malvinas.
Tres años después la botella fue a parar a las manos del anciano australiano Michael Jordan. Su hijo envió esta información a tres correos electrónicos, indicados en la carta. "Este hombre escribe que la botella en que se encontraba el mensaje era del champán Jacobs Creek, que se produce en una fábrica que se encuentra a unas cuatro horas de su casa. Como suele decirse: 'small world' (el mundo es un pañuelo)".
El mismo Fiódor Kóniujov no se cansa de viajar y está preparando una nueva expedición. Esta vez al Everest, que visitó por última vez hace 20 años.
Mientras realizaba en 2009 un viaje con la ruta Australia / Nueva Zelanda / El Cabo de Hornos / islas Malvinas / la isla Antigua / Gran Bretaña, el equipo de Kóniujov lanzó al mar una botella de champán con un mensaje dentro.
El equipo de Kóniujov abrió una botella de champán para celebrar que habían doblado Cabo de Hornos a vela, el cabo más austral del archipiélago de Tierra del Fuego, en el sur de Chile. Tras echar el mensaje al mar, los viajeros se dirigieron hacia las islas Malvinas.
Tres años después la botella fue a parar a las manos del anciano australiano Michael Jordan. Su hijo envió esta información a tres correos electrónicos, indicados en la carta. "Este hombre escribe que la botella en que se encontraba el mensaje era del champán Jacobs Creek, que se produce en una fábrica que se encuentra a unas cuatro horas de su casa. Como suele decirse: 'small world' (el mundo es un pañuelo)".
El mismo Fiódor Kóniujov no se cansa de viajar y está preparando una nueva expedición. Esta vez al Everest, que visitó por última vez hace 20 años.
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